Lejos de abandonar el desarrollo de los motores térmicos, muchas marcas continúan evolucionando los motores diésel y de gasolina. Los modelos eléctricos puros e híbridos enchufables (PHEV) están ganando protagonismo en Volvo, pero al mismo tiempo, bajo la denominación B (de batería), la marca sueca ha desarrollado nuevas versiones mild-hybrid (micro-híbridas) a partir de sus versiones convencionales, incorporándoles un sencillo y ligero motor eléctrico con batería propia de 48 voltios que apunta a convertirse en un estándar mecánico.

Esto es lo que ocurre en el SUV medio de la marca sueca, el XC60 que, en nuestra unidad de pruebas se combina con un motor diésel de cuatro cilindros y 2.0 litros de 197 CV, al que asiste puntualmente un motor eléctrico que aporta otros 14 CV. Su integración e interacción resulta tan natural, que nada te advierte de su particularidad técnica, cuando además Volvo no ha incluido ningún tipo de gráfico en el cuadro que nos indique cuándo el alternador reversible está funcionando como motor. Sin olvidar que esta tecnología es fundamental para lograr la etiqueta medioambiental ECO que nuestro XC60 luce en su parabrisas, sin la cual no podríamos circular en las zonas restringidas de los núcleos urbanos.

Tecnología eficiente

Cuenta con tres modos de conducción: Eco, Confort y Sport, a través de los que podemos modelar su respuesta. El modo Confort se activa por defecto, pero, por ejemplo en autovía, podemos seleccionar el modo Eco que permite circular a vela en las bajadas, ahorrando combustible al máximo y regenerando la batería todo lo posible. En el modo Sport gana carácter y es capaz de adelantamientos en un abrir y cerrar de ojos.

Las ventajas más destacables de la microhibridación de 48V se obtienen en las fases de arranque del sistema start-stop, por la sorprendente suavidad y rapidez con que actúa en atascos, semáforos, etc. El propio alternador arrastra al motor térmico diésel a través de la correa, lo que se traduce en súbitos e imperceptibles arranques. En el apartado de los consumos, tras recorrer casi 2.000 kilómetros por todo tipo de carreteras, el ordenador de a bordo registró una media de 6,8 litros, que me ha parecido muy ajustado para el porte de este SUV.

El Volvo XC60 B4 diésel cuenta con una nueva mini palanca del cambio, tipo joystick, que refina más si cabe la conducción de un coche automático, con mecánica notable y un comportamiento agradable, favorecido por la suspensión neumática (opción). Volvo vincula siempre el motor B4 diésel con el cambio automático de 8 velocidades y la tracción integral, AWD, una acertada combinación por la calidad de empuje del motor y las notables cualidades dinámicas que no menguan el confort.

El cambio funciona muy bien en cualquier situación. Mueve desarrollos muy ruteros que te aseguran rodar frecuentemente por debajo de las 2.000 revoluciones e, incluso en el modo Eco, se desacopla para aprovechar su propia inercia durante más metros. Al confort y finura general que prevalece por encima de todo, este Volvo XC60 B4 diésel, no renuncia ni siquiera en el modo Sport; reduce altura, endurece la suspensión e intensifica la repuesta de la dirección y el acelerador, pero el tacto general sería una confortable base para otros competidores.

Dinámicamente este Volvo ofrece muy buenas sensaciones al volante,  incluso cuando abandonamos el asfalto y circulamos en pistas, favorecido por un efectivo sistema de tracción a las cuatro ruedas AWD.

Carrocería elegante y habitáculo minimalista

La estética del XC60 es muy de la marca. Elegancia y ciertos aires de deportividad van de la mano, con esa parrilla cromada de gran tamaño, los faros en forma de martillo de Thor con tecnología LED, distintos cromados por la carrocería y ópticas verticales traseras. La vista lateral nos muestra un SUV de buenas dimensiones (4,68 m de longitud), de líneas fluidas y elegantes, sin estridencias ni pasos de rueda remarcados y con un excelente resultado aerodinámico.

El interior del XC60 es sinónimo de calidad, con superficies agradables al tacto y acabados sobresalientes. El espacio es amplio para que cinco ocupantes viajen cómodamente con su equipaje en un maletero de 483 litros de capacidad. Los asientos delanteros, regulables eléctricamente, calefactables y ventilados, son una auténtica pasada en cuanto a comodidad. El volante también es calefactable y sus posibilidades de regulación nos permiten encontrar con facilidad una la posición de conducción adecuada.

Una gran pantalla central vertical, de 9 pulgadas, domina el salpicadero; desde ella se maneja el sistema de infoentretenimiento. También incorpora el Head-Up Display, que proyecta toda la información necesaria de forma muy clara y visible sobre el parabrisas.

Equipamiento

Otra de las novedades más interesantes del XC60 es la incorporación del nuevo sistema de infoentretenimiento, basado en Android, que integra los servicios y aplicaciones de Google. Gracias a esto, el cliente puede disfrutar de un nivel de personalización y conectividad inigualables, que se amplía con la introducción de un nuevo pack de servicios digitales, incluido de serie por 4 años, que facilita el acceso a las aplicaciones y servicios de Google en modo manos libres con el Asistente de Google, navegación a través de Google Maps y un amplio catálogo de aplicaciones nativas para automóviles a través de Google Play.

PRECIO

Volvo XC60 Ultimate B4 Diésel AWD 197 CV

72.460 euros