¿Sabes cómo cuidar tus neumáticos para que duren más?
Una de las prioridades de los conductores debería ser revisar los neumáticos periódicamente porque el correcto mantenimiento de un neumático es primordial para evitar reventones, su desgaste prematuro y proporcionar unas condiciones de conducción adecuadas y seguras incluso cuando la temperatura ambiente o la del asfalto son elevadas
En esta época del año, con las temperaturas por encima de 40º, que en el asfalto son muy superiores, y sin olvidar las repentinas tormentas, circular con los neumáticos en adecuadas condiciones se convierte en una necesidad vital.
El fabricante Bridgestone recuerda que el neumático es el único punto de contacto de nuestro automóvil con la carretera y uno de los principales elementos de seguridad activa, especialmente en los meses de verano, cuando las vacaciones disparan el número de viajes largos, que este año alcanzarán los 94 millones de desplazamientos en julio y agosto.
Cómo cuidar los neumáticos con calor extremo
La temperatura óptima de trabajo de un neumático está en torno a los 60º y sus prestaciones se ven alteradas cuando las presiones son inadecuadas. En esta época del año el asfalto alcanza temperaturas superiores a los 60º y por ello la falta de mantenimiento puede generar situaciones críticas ya que las condiciones de uso son más severas.
Lo más adecuado es mantener las presiones recomendadas por el fabricante del vehículo, que habitualmente figuran en el marco de la puerta de nuestro automóvil. La medición debemos hacerla en frío, antes de rodar porque la presión de inflado de los neumáticos varía en función de la temperatura y a medida que entre en funcionamiento su presión ira aumentado en proporción al aumento de la temperatura de trabajo.
Un neumático con presión alta (por encima de la recomendada) va a sufrir una degradación prematura en la parte central de rodado. Las consecuencias de ello son el aumentode riesgo de rotura de carcasa por impacto (reventón), pérdida de prestaciones de agarre y capacidad de frenado.
Por el contrario, en un neumático con presión baja sus elementos se deforman más y se alcanzará una mayor temperatura de trabajo, sufriendo una degradación prematura en los bordes, fatiga de la carcasa, riesgo de reventón y un mayor consumo energético.
La vista es la que trabaja
Nosotros mismos podemos hacer una comprobación visual: es una taréa rápida, fácil y barata. Podremos detectar posibles anomalías, tales como cortes, arranques de goma en la banda de rodadura, impactos o aparición de bultos, ya que cuando aumenta la temperatura, y en condiciones de uso severas, crece el riesgo de deterioro o colapso.
En caso de duda, se recomienda llevar el vehículo a un taller especializado para que un técnico inspeccione y compruebe los neumáticos inspeccionados, y nos aconseje.
Lo ideal es una vez al mes
Desde el equipo de Ingeniería Técnica de Bridgeston recomiendan "comprobar las presiones cada tres meses, aunque lo ideal es hacerlo una vez al mes, y pasarse por el taller cuando los neumáticos estén aproximadamente a mitad de vida para comprobar su estado y hacer una rotación si fuera necesario".
En su próximo repostaje por qué no dedicar un par de minutos a revisar la presión de sus neumáticos. Así podrán seguir presumiendo de ser un conductor preocupado por la seguridad, la propia y la de los suyos, sin olvidar la salud del bolsillo ya que un buen mantenimiento hará prolongar la vida útil de sus neumáticos.
Por eso márquese la norma de "una vez al mes" y no olvide que el aire es lo único que es gratis, si no en todas, sí en buena parte de las estaciones de servicio. Feliz verano.