Este día, promovido por Michelin, es un recordatorio para concienciar de la importancia de mantener en un estado óptimo los limpiaparabrisas. 

Por ese motivo, Michelin, líder en el sector del neumático a partir de su compromiso en materia de sostenibilidad, seguridad y movilidad, pone en marcha acciones relacionadas con la seguridad vial como la campaña “¡Escucha! ¡Revisa tu limpiaparabrisas!”.

Con esta campaña el fabricante quiere ayudar a los conductores a saber cuándo es el momento de cambiar las escobillas del vehículo. Para saber si están en buen estado invita a fijarse en las marcas que dejan los limpiaparabrisas cuando están en funcionamiento. Y recomienda cambiarlas si se ven algunas de estas señales: 

Rayado: Debido a la exposición a la intemperie o a la suciedad, las gomas de las escobillas se han endurecido o agrietado, dejando bandas de agua sin barrer.

Rastros de agua: El borde de la goma se ha curvado o presenta grietas debidas al paso del tiempo o a daños físicos, lo que provoca que queden rastros de agua en el parabrisas que causan un efecto de emborronamiento en zonas empañadas o no cubiertas.

Vibración: La goma pierde elasticidad y presenta una curvatura permanente debido a la exposición a temperaturas extremas, lo que hace que la escobilla vibre o barra “a saltos”.

Chirrido: El envejecimiento de la goma o un desgaste prematuro debido a la baja calidad de la misma hace que la escobilla no deslice de forma silenciosa por el cristal del parabrisas.

A la hora de revisar los limpiaparabrisas, Michelin recomienda utilizar un paño para limpiar el perfil de la escobilla con espray o líquido limpiaparabrisas y comprobar los siguientes puntos:

Observar si existen signos de rotura o curvatura en el marco o en la estructura de los limpiaparabrisas, que impidan que la goma barra correctamente en el cristal

Verificar que los puntos de remache y los brazos y anclajes del limpiaparabrisas no presentan indicios de corrosión.

Comprobar que todo el perfil de la goma del limpiaparabrisas es uniforme y no tiene grietas ni roturas.

Comprobar que la goma mantiene su flexión para ajustarse a la luneta de forma correcta, curvando ligeramente el limpiaparabrisas con la mano sin que ofrezca resistencia.

Retirar los posibles elementos externos como hojas de árboles que se acumulan en la base del parabrisas.