Se cumplen 50 años del lanzamiento del 127, el primer modelo de Seat con tracción delantera. Durante años, el 127 fue el best-seller de la marca española, hasta la llegada del Ibiza

Corría el año 1972, cuando un nuevo automóvil llegaba al mercado para acabar marcando un antes y un después en la movilidad. Nos referimos al Seat 127, un modelo que, con los años y más de 1,3 millones de unidades vendidas, acabó convirtiéndose en el best-seller de la marca española, hasta que el Ibiza se hizo con el entorchado.

Ahora, medio siglo después del lanzamiento del 127, este modelo se recuerda como un referentes en tecnología, diseño y seguridad de su época.

Compacto pero amplio

Visto el tamaño de los modelos actuales, el Seat 127 se podría calificar como un “coche pequeño”, con una carrocería de trazos angulosos y unas minúsculas ruedas montadas sobre llantas de 13 pulgadas que hoy parecerían más propias de un scooter.

La verdad es que cuesta imaginar que el Ibiza desciende del 127, pero es así. Aquel modelo fue el primer exponente del segmento B que dio paso a otra manera de usar el coche: por utilidad. Destinado a un público joven, “el 127 estaba disponible en cinco colores e incorporaba por primera vez un portón trasero para aumentar la capacidad de carga”, destaca Isidre López, responsable de Coches Históricos de Seat.

Además, el 127 tenía un enorme interior y pese las ajustadas dimensiones de su carrocería de solo 3,59 m de longitud, el habitáculo del 127 era realmente amplio. Gracias al buen aprovechamiento de los espacios y la carrocería, tenía una habitabilidad del 80%.

Hace 50 años, la interacción con el exterior dependía únicamente de las lunas y ventanillas. En el 127 estaba enfatizada gracias a su amplio parabrisas rectangular, que favorecía la visibilidad y aportaba una gran luminosidad al interior.

Un salto en seguridad

El 127 fue el primer modelo de Seat con tracción delantera y también el primero en incorporar cinturones de seguridad de tres puntos, lo que aportó seguridad y facilidad a la conducción que lo convirtieron en uno de los coches más seguros de su época.

Otra de las grandes innovaciones del histórico 127 era su iluminación que dejaba atrás las tradicionales ópticas redondas de anteriores modelos para ser encomendada a unos llamativos faros rectangulares, anteriores. Los nuevos faros ofrecían una mayor eficiencia lumínica y un aspecto más moderno.

A modo de sumario, el responsable de Vehículos Históricos de Seat señala que “hace 50 años, el Seat 127 empezó a alumbrar el camino que hoy el Ibiza ha hecho suyo”. Y es que según Isidre López, “ambos han sabido adaptarse a las necesidades de sus respectivas épocas, con prestaciones avanzadas a su segmento”.