BMW i4 M50, el primer “M” eléctrico
La carrera de electrificación en BMW es tan rápida como los son las prestaciones de este i40 M50, el primer M cien por cien eléctrico.
Alcanza una potencia máxima de 544 CV, gracias a sus dos motores eléctricos, uno en cada eje, alimentados por una batería de 80,7 kWh que le otorgan una autonomía de hasta 510 km. Es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, el mismo registro que logra el BMW M3 Competition.
El BMW i4 M50 abre la era de la electrificación en la gama más deportiva de la marca alemana. Se trata de un deportivo 100% eléctrico con carrocería cupé de 5 puertas, derivado del Serie 4 Gran Coupé, con una estética, un dinamismo y una precisión envidiables.
En este i4 M50 tenemos que hablar de motores eléctricos en plural, ya que monta uno de 190 kW en el eje delantero y otro de 230 kW en el trasero. En situaciones normales de conducción tiene disponibles 476 CV y 730 Nm, aunque al pisar a fondo das rienda suelta a 544 CV que afloran al activarse el overboost.
BMW anuncia una potencia máxima de carga de 205 kW mediante corriente continua y de 11 kW por corriente alterna. En el primer caso llenar hasta el 80% de la capacidad de la batería de 83,9 kWh requiere 31 minutos, mientras que en el segundo caso el tiempo de carga total es de algo menos de ocho horas y media.
Los tres modos de conducción, Eco Pro, Comfort y Sport, permiten al conductor disfrutar de distintos caracteres del BMW i4, según sus necesidades, desde una conducción más eficiente a una más deportiva. También se puede adaptar exactamente a unas necesidades específicas utilizando el modo Individual. El comportamiento de la suspensión también se ajusta, ya que es neumática y adaptativa.
A los mandos
La prueba de este i4 M50 la realizamos por los alrededores de Madrid y combinando todo tipo de trayectos: ciudad, con una conducción suave y deliciosa, autopista, en la que rodamos de forma muy rápida y segura, y carretera virada, estrecha y muy “ratonera” donde disfrutamos del modo Sport, sacando a relucir todo el “voltaje” y nervio que esconde. Un auténtico placer para los sentidos.
Para describir el comportamiento del BMW i4 M50 conviene pararse en las tres fases de una curva. La aproximación ya deja la primera grata sorpresa ya que BMW ha trabajado para que el tacto del freno sea lo más natural posible y el resultado es casi perfecto. Aún no es cien por cien natural, pero sí que ofrece buena precisión, incluso cuando hacemos leves frenadas en recorridos en ciudad. La contundencia cuando uno saca rendimiento a las cualidades dinámicas del modelo no deja lugar a dudas y detiene con garantías las casi 2,3 toneladas del conjunto, y sobre todo con la precisión y estabilidad con que lo logra.
Al igual que en todos los coches deportivos de la marca alemanas, la dirección es tan reactiva como precisa. Gira muy rápido y donde uno quiere. Y no sólo eso, sino que de nuevo la estabilidad es la nota predominante en apoyo. La ubicación en una posición tan baja del conjunto de las baterías ayuda a pegarlo al suelo.
Aceleración brutal
En cuanto a las aceleraciones, decir que las ayudas electrónicas nos permiten hacerlo con seguridad y contundencia, pero el inicio del proceso de aceleración tras un viraje ha de ser una maniobra suave, sobre todo cuando tenemos el modo de conducción deportivo. Y es que el enorme par motor, disponible de forma instantánea, nos obliga a ser delicados con las aceleraciones si queremos evitar sobresaltos por el notable patadón. Pasada esa fase inicial, ya se puede dar rienda suelta a nuestras ansias y la ganancia de velocidad será tan rápida como lineal. Por cierto, los consumos en el modo Sport, si habitualmente dejamos que el pie derecho se comporte con alegría, pueden alcanzar los 30 kWh/100 km, lo que limitaría la autonomía por debajo de los 400 kilómetros.
En carretera, con el modo Comfort o Eco Pro activados podemos disfrutar de una berlina cómoda como pocas por su suavidad y aislamiento, e igualar el consumo homologado de 18 kWh no resulta complicado.
Después de haberlo probado, y bien, creo que estamos ante la máquina definitiva de la conducción deportiva eléctrica. Y, a buen seguro, que ya hay muchos fabricantes preocupados por la calidad y prestaciones de este BMW i4 M50.
Precio: 76.500 EUROS