Volkswagen Group España Distribución anunció la puesta en marcha del modelo de agencia no genuino para la venta de vehículos eléctricos durante el Foro Económico de la compañía. 

La primera marca del grupo en aplicar este nuevo modelo será Skoda, con sus vehículos eléctricos, a partir de junio y , paulatinamente, lo harán el resto de marcas del grupo, Volkswagen, Audi y Volkswagen Vehículos Comerciales.  

Este nuevo modelo de distribución significa que la propiedad de los vehículos es del fabricante, que es quien se encarga de marcar la política comercial, los precios y factura los coches, dejando para los concesionarios el papel de distribuidor al que se le asignará un comisión por la entrega de cada coche. A finales de año, este sistema de distribución se extenderá a finales de año a las operaciones de venta a flotas de empresas.

El presidente de la empresa, Francisco Pérez Botello, afirmó que la red comercial será la encargada de llevar a cabo la transformación de manera transparente, integrando de forma consistente los canales online y offline para ofrecer al cliente una experiencia completa. “Nuestros concesionarios son nuestro mejor activo para implementar con éxito el modelo de agencia”, aseguró.

Pérez Botello destacó la positiva evolución de la rentabilidad de la red comercial en 2022, situada entre el 2,5% y el 3%, claramente por encima de la media del sector. En 2022, la cuota conjunta en el mercado de turismos de Volkswagen Group España Distribución creció hasta el 14,4%, con 117.300 matriculaciones, en un contexto de descenso del mercado.

En el ámbito de la movilidad eléctrica, las marcas de Volkswagen Group España Distribución comercializaron más de 3.200 vehículos eléctricos puros en 2022, alcanzando aproximadamente el 9% del mercado. Actualmente, la oferta de eléctricos puros alcanza 13 modelos de las marcas Volkswagen, Audi, Skoda y Volkswagen Vehículos Comerciales.

En otro orden de cosas, Pérez Botello explicó que la propuesta de norma Euro 7 sobre emisiones es inviable desde un punto de vista técnico y financiero, y además no pone el foco en el verdadero problema, que es la renovación del parque automovilístico. “Nos obligará a desviar inversiones previstas para impulsar la movilidad eléctrica, encarecerá los coches y afectará especialmente a los modelos que se fabrican en España”, concluyó.