Todo lo que empieza mal puede empeorar. Ferrari quiere hacer valer este dicho y tras el abandono de Charles Leclerc en el primer GP de la temporada celebrado hace quince días en Barhéin, la Scudería afronta este fin de semana la segunda prueba del Mundial de Formula 1 sabiendo que el monegasco recibirá una sanción de al menos 10 posiciones en la parrilla de salida del GP de Arabia Saudí.

Ferrari se ha visto obligada a montar una nueva centralita eléctrónica de control de la unidad de potencia en el monoplaza de Leclerc.  Esto en sí no implica una penalización, pero es que Ferrari ya había agotado los dos cambios autorizados para toda la temporada antes de la carrera inicial en el circuito de Shakir. Ahora, este tercer cambio de centralita es el que origina la penalización.

"Como a los equipos solo se les permite usar dos centralitas electrónicas de control por temporada sin penalización, el cambio de Leclerc a una tercera para la segunda carrera en Yeda asegura que tendrá al menos una caída de 10 posiciones en la parrilla este domingo, y potencialmente más si reemplazan cualquier otra pieza", comunicó la Fórmula 1 en su página web.

El responsable de la escudería trasalpina, el recién llegado Fred Vasseur, confirmó la noticia y justificó el desaguisado de hace quince días aludiendo que fueron "dos problemas diferentes. El primero fue el domingo por la mañana y el segundo fue en carrera. Desafortunadamente, era dos veces la unidad de control". Vasseur, que cree que los Ferrari pueden se competitivos este año, espera que ahora el tema  "esté bajo control".

Sobre Leclerc, el director del equipo Ferrari  dijo que "está tratando de obtener lo mejor para todos. La sanción no es una buena noticia, pero tampoco es el final de la temporada. Solo es una carrera de 23"

Tras un inicio decepcionante en Bahréin, con Leclerc fuera de carrera y Sainz en cuarta posición, Ferrari dio síntomas de estar lejos de la buena forma que mostraron los pilotos de Red Bull, el gran rival a batir. Vasseur quiso tranquilizar a los tiffossi y admitió haber tenido "una conversación con los empleados" del departamento de competición en busca de una implicación total de cara a la temporada que no ha hecho más que comenzar