En 2022, España experimentó un alarmante incremento del 15,6% en las infracciones de tráfico, lo que generó una recaudación récord de 507.361.888 euros, según la Dirección General de Tráfico. La mayoría de las infracciones estuvieron relacionadas con excesos de velocidad, seguidas de circular sin la ITV en vigor, conducción con licencia suspendida, no uso del cinturón de seguridad y manipulación del móvil al volante.

No obstante, a pesar del creciente número de infracciones, hubo una disminución en las denuncias por conducción bajo la influencia de drogas y uso indebido del móvil al volante. Sin embargo, los expertos en seguridad vial sugieren que estos datos deben tomarse con precaución, ya que podrían ser más indicativos de las limitaciones en la detección y denuncia de estas infracciones por parte de las autoridades de tráfico que de un verdadero cambio en el comportamiento de los conductores.

Las distracciones al volante continúan siendo un factor crítico en la siniestralidad vial, siendo responsables de un tercio de los accidentes mortales en la última década, resultando en más de 6.200 muertes y casi 30.000 heridas graves o secuelas permanentes. El uso del móvil al volante se destaca como uno de los distractores más letales y preocupantes.

Frente a este desafío, expertos defienden la necesidad de abordajes integrales que combinen medidas proactivas y reactivas. La educación, formación y concienciación de los conductores es esencial, así como también es crucial aumentar la vigilancia en las carreteras y endurecer las sanciones.

Los problemas de seguridad vial en España requieren de un enfoque integral que incluya tanto la educación y concienciación de los conductores como un aumento en la vigilancia y las sanciones para garantizar un entorno de conducción más seguro.