El diseño del Cupra Born combina un aspecto agresivo con superficies fluidas. La pintura blanca de nuestra unidad de pruebas resalta los elementos aerodinámicos de color cobre, el color fetiche de la firma. Delante incorpora una gran toma de aire que se complementa con una sección cóncava superior que se asemeja al hocico de un tiburón, lo que le da un efecto visual muy dinámico. En los faros LED encontramos los patrones triangulares de Cupra y la trasera muestra una franja de luz bien integrada y un difusor acorde con el posicionamiento deportivo de la marca.

Nuestra unidad de prueba montaba llantas Supreme de 20” que alojaban neumáticos más anchos de 235/40, que benefician el manejo en carretera.

El cobre es mi color

El habitáculo del Born es espacioso y ofrece una excelente visibilidad, gracias a su gran parabrisas. La atmósfera interior es refinada con detalles en color cobre en variados detalles.

Nuestra unidad tenía una configuración de 4 plazas (está disponibles 5 plazas como opción gratuita), con asientos que brindan un buen soporte y presentan acabados impecables. Los materiales utilizados son ecológicos y podemos optar por asientos en Seaqual, fabricados con un tejido a base de plásticos marinos reciclados.

La presencia de la batería más grande de la gama de 77 kWh no afecta al generoso espacio interior, así como a su maletero con una capacidad de 385 litros.

A bordo, la tecnología está en todas partes, con opciones poco comunes, como la función de masaje en los asientos delanteros. Buena puntuación, también, para el head-up display de realidad aumentada, que proyecta información eficaz sobre el parabrisas. Por otro lado, el volante con teclas hápticas y la pantalla central resultan poco intuitivos y en ocasiones lentos en sus reacciones. Se comenta que el Grupo VW está considerando volver a los botones físicos en sus futuros modelos, entendemos por qué. El sistema de entretenimiento tiene Apple CarPlay y Android Auto, pero también un sistema de navegación eficaz, que en particular permite detectar estaciones de carga eléctrica próximas.  

A los mandos

El Cupra Born es divertido de conducir. Aunque no está equipado con un modo de pedal único, es posible llevarlo con poco uso del pedal del freno gracias al modo B. Su radio de giro es reducido, lo que lo convierte en un automóvil ideal para uso urbano. En esta versión e-Boost, el botón Cupra situado en el volante proporciona 20 kW adicionales de potencia que permiten el uso instantáneo de los 231 CV y, como consecuencia, disponer de una aceleración clara e inmediata, apreciable en las arrancadas y, sobre todo, en los adelantamientos.

Nos fuimos a un recorrido más sinuoso, un poco “tramo” de rallye, para ver cómo se comportaba. El Born es un propulsión trasera, un activo real en términos de agilidad. A pesar de la función “ESC OFF”, el ESP no se desconecta al 100%, cortándose la alimentación cuando es necesario contravirar.

Conducir el Cupra Born, en seco o en mojado, es muy cómodo. En zonas de fuerte subida,  no hay necesidad de preocuparse por los cambios de marcha o buscar el régimen de par como en los  deportivos térmicos, aquí el empuje es instantáneo en el primer momento, luego tiende a disminuir a velocidades más altas. Al ser un vehículo 100% eléctrico, la velocidad máxima está limitada a 160 km/h.

Es más bien a nivel de chasis y amortiguación donde se percibe el buen hacer de los ingenieros españoles. De hecho, con los 1.945 kg en la báscula de esta versión con batería de 77 kWh, uno podría haber esperado un nivel de rendimiento alterado y un balanceo de la carrocería más pronunciado, pero no es así. Tomamos las curvas sin apenas balanceo, absorbe los baches y demuestra una eficiencia asombrosa, gracias a una distribución ideal del peso de 50/50, junto a su estructura de aluminio remachada a la carrocería que aporta una mayor rigidez, el Cupra Born trasmite unas excelentes sensaciones al volante.

Solo el 0-100 km/h, realizado en 7,0 segundos, está limitado por el mayor peso de la batería de 77 kWh. Con la batería de 58 kWh, más ligera, el Cupra Born e-Boost alcanza los 100 km/h en 6,6 segundos.

Cuesta abajo, los frenos están bien ajustados y aguantan bastante bien un uso intensivo. Son más grandes que los de la versión de 58 kWh y cuentan con la ayuda de un frenado regenerativo. Pero es sobre todo el agarre adicional obtenido gracias a los neumáticos 235/40 lo que marca la diferencia, ya que nuestra en una toma de contacto anterior detectamos los límites dinámicos de las ruedas más estrechas 215/45.

Consumos y autonomía

En cuanto a la autonomía, los porcentajes de capacidad restante de la batería que se indican en la pequeña pantalla se ajustan a la realidad, lo que te da relativa confianza antes de preparar para un viaje. El consumo medio medido es coincidente con los 17,6 kWh anunciados por la marca. La autonomía anunciada es de 548 km, frente a 420 km con la batería de 58 kWh y en cuanto a la recarga, tardamos 55 minutos en recargarla del 30 al 100%, con un terminal de 115 kW.

Resumiendo

Con esta versión e-Boost, Cupra completa su gama Born con una versión que ofrece un aumento de potencia que es bienvenido, aunque cabría esperar un rendimiento aún mayor dado el posicionamiento deportivo de la marca. A pesar del peso sustancial de esta versión con la batería grande de 77 kWh, el Born e-Boost demostró ser eficiente y bastante convincente en la conducción dinámica, gracias a una buena puesta a punto de frenos y chasis.

Pero es principalmente en ciudad o en recorridos cortos por carreteras sinuosas, donde este espacioso compacto nos hará olvidarnos de autonomías y recargas y nos permitirá divertirnos al volante. Que no es poco.