La primera etapa del Dakar 2023, con salida y llegada en el Sea Camp de Yanbu, estaba catalogada como “tranquila” por la mayoría de los participantes, que  habían considerado sus 602 kilómetros, con 367 cronometrados, como buenos para comenzar a tomar el pulso de este Dakar 2023.

Para nuestros gallegos “novatos” del Vallejo Racing, era el estreno en esta legendaria aventura y los afrontaban con el respeto que se tiene a algo desconocido, o al menos con muchas reservas y concentrados en superar sin contratiempos los primeros kilómetros de navegación en unos tramos con muchas piedras.

De susto en susto

El primer sobresalto vino al encontrarse con el coche accidentado del Astara Team de Oscar Fuertes y Diego Vallejo. No era un coche más, era el Astara de Diego, el hermano de nuestro piloto novato.

Pero el Dakar “must go on” y tras ponerse de nuevo en marcha el Century CR6 pinchó dos veces. Sustituidos ambos neumáticos, Sergio y su copiloto Mario tuvieron que extremar las precauciones, pilotando con mucha cautela, para evitar un tercer pinchazo ya que ya no quedaba una tercera rueda de recambio.

La ley de Murphy

Y ya se sabe, quien no pierde un minuto para imponer su ley es Murphy, así las cosas, ese tercer pinchazo no tardó en llegar. A Sergio y a Mario no les quedó más remedio que afanarse en tratar de recuperar una de las ruedas pinchadas, lo que consiguieron tras una hora de trabajo. 

En esas condiciones afrontaron el sector final de la etapa de arena y dunas, rodeados de otros muchos vehículos participantes con problemas. Precisamente al intentar evitar colisionar con un Side-by-Side cayeron en una olla de arena y para colmo se les rompió la marcha atrás. 

A pesar de todo, culminaron la jornada de madrugada, doce horas después de que lo hubiesen hecho los primeros participantes.

Los titulares de la jornada

El propio Sergio Vallejo resumía así su estreno. “Cuatro horas para andar un kilómetro. Salir de olla fue un trabajo luchado metro a metro, poniendo las planchas. No podemos explicar lo difícil que fue. Cuando por fin conseguimos salir de allí, era complicadísimo ver el camino casi sin luces.

El camión de asistencia tampoco pudo hacer la última parte de la etapa, así que nos las tuvimos que arreglar solos para llegar a la meta. Llegamos a la asistencia a las dos de la madrugada, pero nuestro mecánico David y los de Astara Team consiguieron reparar todo y hoy salimos de nuevo”.

A modo de moraleja, Vallejo sentenciaba “Toca ser pacientes y seguir aprendiendo”