Las aventuras y desventuras de un “novato” en su primer Dakar (VII)
Siete etapas, más la prólogo y el shakedown, y ahí está el equipo Vallejo Racing en carrera, superando todas las adversidades que se le presentaron hasta ahora en su primer Dakar, una edición especialmente complicada a la que incluso los más veteranos califican como "la más dura que les ha tocado vivir".
Siete etapas interminables que dan para mucho, en las que Sergio y Diego han compartido kilómetros y kilómetros de conducción, horas y horas de “taller”, momentos delicados en que toda ayuda era poca, y todo ello en un inhóspito desierto árabe en el que te cala más el frio de las noches que el calor de los días. Todo esto me ha hecho dudar seriamente si la cabecera de estas crónicas diarias es el más adecuado. Porque eso de “novato” queda muy bien en un titular, pero el grado de madurez y la implicación que está demostrando este equipo es algo que no pasa desapercibido.
Por eso, cuando observo que una etapa como la de ayer transcurre con incidencias que ya consideran menores, y veo como comienzan a “disfrutar” del Dakar, me hace pensar si estos gallegos empiezan a ser también algo “veteranos”. Eso sí, sin confiarse, porque el Dakar puede reservar lo más insospechado.
Hoy, Sergio celebra su cumpleaños y, poco antes de salir a disputar la octava etapa, sus compañeros le recibían con una emotiva “tarta de cumpleaños”. Con todo, el “Lobo de Meira” todavía sacó unos minutos para hacernos el resumen diario de la jornada de ayer
Como la seda
“Unas 14 horas en el coche, que se me hacen como si fueran la mitad. Es tan entretenido, que las horas vuelan. Otro día de aprender a marchas forzadas.
Antes de salir, Mario y yo habíamos decidido salir a cuidar especialmente el coche, porque era etapa mini maratón con sólo dos horas de asistencia y luego a dormir pilotos y copilotos muy lejos de los mecánicos y coches de asistencia.
Sin embargo, tuvimos que conducir aún más despacio por un fallo de un cable quemado que luego descubrieron en la asistencia. Eso nos obligó a rodear las dunas más grandes porque no teníamos potencia. Pero esto es parte del Dakar. No imagináis cuánto mejor se va fuera de las trazas. Haces más metros, pero el coche avanza el doble. A la duna más alta subimos hoy alguna pendiente que ni en broma subiría con el 8 cilindros a pleno pulmón por la arena batida de 100 coches y camiones.
Mario estuvo hoy muy bien también, porque era bastante complicado navegar cuando vas fuera de la ruta por dónde van todos.
En resumen casi casi el mejor día. Sólo paramos a deshinchar y a hacer un pis. Que esa es otra…yo creo que aún jugándome el rally, o me aguanto, o pierdo dos minutos en bajarme. Eso es salud!!
Es broma, porque por ganar, se hace casi cualquier cosa. Tenemos el coche igual o mejor que el primer día, así que, mañana más.
Ah! Xoan (el copi-mecánico del camión) se jugó hoy el tipo por traerme un cable cargador del móvil. Eres moito, toliño”.
¡Vamos!