Toyota, pionera en el uso de hidrógeno líquido como combustible de competición
El vehículo participó en tres sesiones de pruebas, recreando condiciones de competición reales, y el piloto Masahiro Sasaki comentó que están trabajando en una tecnología que se considera inviable para los automóviles, pero que esperan que la agilidad del desarrollo en los circuitos se refleje en los automóviles de uso cotidiano.
El pasado mes de febrero, Toyota presentó públicamente un prototipo del Toyota GR Corolla propulsado con hidrógeno líquido en el Circuito de Fuji, en Oyama, Shizuoka (Japón). Este hecho representa la primera vez en la historia en que un vehículo de un constructor propulsado por hidrógeno líquido participa en una competición en circuito.
El vehículo participó en tres sesiones de pruebas, recreando condiciones de competición reales, y el piloto Masahiro Sasaki comentó que están trabajando en una tecnología que se considera inviable para los automóviles, pero que esperan que la agilidad del desarrollo en los circuitos se refleje en los automóviles de uso cotidiano.
El equipo de Toyota se propone competir en la temporada 2023 de la serie Super Taikyu, que comienza este mes, para intensificar el trabajo en el desarrollo de opciones de combustible en aras de una sociedad neutra en carbono.
En marzo de 2022, Toyota anunció que estaba desarrollando un vehículo propulsado por hidrógeno líquido. Tres meses después, en la segunda carrera de la Super Taikyu, el equipo expuso un sistema a bordo y una estación móvil de hidrógeno líquido. Tras pruebas y homologaciones, se pudo llenar el vehículo con hidrógeno líquido para realizar una prueba de conducción.
La posibilidad de utilizar un combustible líquido multiplica la densidad energética por unidad de volumen e incrementa la autonomía, lo que convierte al hidrógeno líquido en una opción interesante para los vehículos propulsados por hidrógeno.
La licuación del hidrógeno reduce el tamaño que deben tener los camiones de transporte y elimina la necesidad de instalaciones con presiones de hasta 70 MPa, lo que disminuye el impacto de la estación en un 75%. Además, puesto que el repostaje ya no tiene que ser a presión, se pueden repostar múltiples vehículos uno después de otro.
En adelante, Toyota se centrará en retos como mantener una bajísima temperatura, de -253°C, durante el repostaje y almacenamiento, y afrontar la evaporación natural cuando los depósitos se calientan, al tiempo que tratará de acelerar el ritmo del desarrollo tecnológico.