España se queda rezagada en términos de electromovilidad en comparación con sus homólogos europeos. Con un crecimiento de tan solo 0,6 puntos en el primer trimestre de 2023, llegando al 11%, está muy por detrás del crecimiento medio de 1,3 puntos en Europa, que ha alcanzado un total del 23,8%.

El barómetro de electromovilidad de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) sugiere que, a este ritmo, España no conseguirá cumplir los objetivos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para 2023. Se estipuló un objetivo de 250.000 vehículos electrificados, pero con las actuales tasas de matriculación, se espera que se registren solo 100.000.

La infraestructura de recarga también está muy por debajo de lo necesario. Aunque se han añadido 2.115 nuevos puntos de carga, la cifra total de 20.243 está muy lejos del objetivo establecido por la Anfac de 45.000. La mayoría de estos puntos son de carga lenta, y la red de carga rápida o ultrarrápida es escasa.

El director general de Anfac, José López-Tafall, ha instado a que se tomen medidas inmediatas. Propone mejoras en los planes de ayuda, acelerar la creación de infraestructura pública y establecer un marco fiscal favorable para fomentar la adopción de vehículos eléctricos por parte de empresas y ciudadanos.