Continúa la temporada triunfal de Max Verstappen. Proclamado campeón del mundo en Qatar, el neerlandés sigue sin dar respiro a sus rivales y volvió a ser el más rápido en la Sprint de Austin.

En la salida, Verstappen llevó hasta los límites laterales de la pista a Leclerc, que había salido mejor, recuperando la posición de privilegio que tenía saliendo desde la pole. Hamilton aprovechó la disputa para adelantar por fuera a Leclerc e intentó poner en apuros a Verstappen que tardó unas vueltas en marcar distancias para rodar tranquilo sin la presión del británico. A partir de entonces, la Sprint fue un monólogo de Mad Max. 

Leclerc fue perdiendo ritmo al final, pero conservó la tercera por delante de Lando Norris (McLaren), cuarto, y de Checo Pérez (Red Bull), quinto.

Carlos Sainz, que fue el único piloto de la parrilla que se arriesgó montando neumáticos blandos (el resto de la parrilla se decidió por el compuesto medio), ganó dos posiciones en la salida, pero su ventaja inicial se diluyó como un azucarillo tras las primeras vueltas y pasó a realizar una conducción conservadora, primero, y defensiva, después, para defender su sexta posición final.

Fernando Alonso, que apenas pudo probar unas vueltas las modificaciones de su Aston Martin en las sesiones libres del viernes, continuó su particular calvario americano acabando en décimo tercera posición. El asturiano había salido 12º a la Sprint,  con un coche con el que no se sintió a gusto en ningún momento, circunstancia que parece tendrá su continuidad en la carrera larga el domingo.