Quién era Ratzenberger, el gran olvidado también fallecido en Imola 94
Aunque el GP de Imola de 1994 es tristemente recordado por el fallecimiento de Ayrton Senna, en realidad ya había comenzado a ganarse el calificativo de fatídico el sábado cuando el piloto austríaco en un brutal accidente ocurrido durante la sesión de calificación.
El rookie Roland Ratzenberger disputaba en San Marino el tercer GP de Fórmula 1, en su primer año en la máxima categoría y a los mandos del monoplaza de un modesto equipo debutante, Simtek.
El piloto austríaco ya no era un chaval, con 33 años llevaba media vida corriendo. Era muy conocido en Japón por sus victorias en la Fórmula 3000 y en carreras de resistencia de turismos; también por imponerse en la categoría C2 de las 24 Horas de LeMans de 1993.
Cuando se salió en la curva Villeneuve, tras perder el control del coche por haberse roto el alerón delantero, Ratzenberger estaba cumpliendo su sueño de niño, forjado en el circuito de Salzburgring en cuyas proximidades vivía con sus padres.
Pilotando desde los 17 años
En sus inicios, trabajó como mecánico y más tarde como instructor en escuelas de pilotaje para poder pagarse las carreras de la Fórmula Ford alemanas en las que participaba los fines de semana.
Hizo sus pinitos en las categorías de base en Gran Bretaña y más tarde los hizo con éxito en Japón en la Fórmula 3000 y en carreras de resistencia de automóviles. Participó en seis ocasiones en las 24 Horas de LeMans y en 1993 consiguió la victoria en la categoría C2 y el quinto puesto de la general.
Ratzenberger tenía anunciada la participación con un Toyota en las 24 Horas de LeMans de 1994 que se celebraban en junio. Su fallecimiento semanas antes lo impidió, pero su equipo decidió mantener el nombre del piloto austríaco en la carrocería del coche, a modo de homenaje.
Por fin en la Fórmula 1
Una modesta escudería debutante, Simtek, le abrió las puertas en la Fórmula 1, con David Braham como compañero de equipo. Para ello Roland tuvo que poner sobre la mesa una importante aportación económica fruto del patrocinio que consiguió de una empresa austríaca con sede Mónaco, un presupuesto que le permitía competir en cinco carreras de la temporada 1994.
En su primera carrera, el malogrado piloto no había logrado clasificarse para el del GP de Brasil y en el GP del Pacífico concluyó en 11ª posición. El de San Marino iba a ser su tercer Gran Premio, pero su sueño se rompió en la sesión de clasificación del sábado cuando la rotura del alerón delantero le hizo perder el control de su monoplaza en la curva Villeneuve e impactar violentamente contra el muro.
Ratzenberger fue atendido a pie de pista y trasladado posteriormente a un hospital nada se pudo hacer para mantenerlo con vida.
El homenaje frustado
Al ver las imágenes del accidente, Ayrton Senna fue el único piloto que se acercó corriendo al lugar del accidente y fue el primero en darse cuenta que el coche de Ratzenberger había perdido algo, un elemento aerodinámico que le llevó a afrontar la curva a más de 300 km/h.
El piloto brasileño ya había mostrado su preocupación el viernes tras el accidente de su compatriota Ruben Barrichelo asegurando que "la Fórmula 1 no volverá a ser la misma tras este fin de semana". El sábado, tras vivir en primera persona el rescate de Ratzenberger, Senna iba más alla en sus declaraciones: "esta pista es una mierda".
Al día siguiente el tricampeón del mundo salió desde la pole llevando una bandera de Austria en su monoplaza con la intención de homenajear a Ratzenberger y dedicarle, en su caso, la victoria. Desgraciadamente Senna no pudo brindarle el triunfo.