El proyecto, presentado por el gabinete del Gobierno de Olaf Scholz, contempla que las empresas con al menos 200 gasolineras ofrezcan al menos un cargador de 150 kW en cada gasolinera a partir de principios de 2028. Se espera que la norma afecte a una docena de empresas y dé lugar a unos 8.000 nuevos cargadores rápidos, según previsiones del Ministerio de Transporte alemán. Las gasolineras recibirían crédito por los cargadores eléctricos existentes ya instalados.

El objetivo del Ejecutivo alemán es tener 15 millones de coches eléctricos matriculados en Alemania en 2030. Según cifras de la Autoridad de Transporte Motorizado de Alemania, a principios de este año sólo había alrededor de 1,4 millones de vehículos de este tipo.

Alemania cuenta actualmente con unos 115.000 puntos de carga de acceso público hasta abril, de los cuales poco menos de 22.000 son capaces de realizar cargas ultrarrápidas. Como dato comparativo cabe señalar que en España figuran 32.000 puntos de carga, de los que más de 21.000 son de baja capacidad (22 kW o menos)

El Gobierno alemán enfatizó la necesidad de una infraestructura de recarga a nivel nacional fácil de usar para hacer que los vehículos eléctricos sean más atractivos. Su portavoz señaló que es necesario "cubrir las lagunas en la red de carga", señalando que las gasolineras serían una forma cómoda y familiar de ofrecer ese servicio.

Reacciones dispares

El club alemán ADACmotorist indicó que la medida sería una intervención importante en el mercado y justificada, señalando que las gasolineras suelen estar convenientemente ubicadas.

La propuesta recibió duras críticas por parte de los operadores de gasolineras alemanes que consideran que la obligación conduciría a malas inversiones ya que "no todas las gasolineras necesitan un punto de carga".

Además, desde la asociación comercial de la industria del combustible se apuntó la conveniencia de instalar puntos de carga "no sólo en las gasolineras, sino también en los supermercados, en las carreteras, en casa y en el trabajo", señalando que los puntos de recarga obligatorios en las gasolineras como "una política puramente simbólica".

Por su parte, la Asociación Alemana de Ciudades y Municipios instó al Gobierno a garantizar el acceso a cargadores de vehículos eléctricos a los residentes de las zonas rurales y de las ciudades pequeñas. "No basta con construir puntos de carga rápida en las principales rutas de transporte y en los grandes centros urbanos".