Con 8.500 kilómetros de recorrido por arena, dunas, pistas de tierra o piedras, las 14 etapas del Dakar, adrezadas este año con componente poco habituales en el desierto como la lluvia o las copiosas tormentas, el esfuerzo al que se ven sometidos los vehículos,  pilotos y  los equipos de asistencia son agotadores. Por ello, la jornada de descanso de hoy viene a ser como un bálsamo reparador que permite recuperar fuerzas y poner de nuevo el coche o la moto a punto para la segunda parte del raid.

Ayer, 8 de enero era el cumpleaños de Sergio y en desayuno ya se escuchó el “cumpleaños feliz” iniciado por Laia Sanz y Maurizio Gerini y coreado por los demás presentes. Un día de muchas emociones para Vallejo, que esta mañana, más relajado, nos resumía así.

“Antes de nada, voy a aprovechar para dar las gracias por las muchas felicitaciones de cumpleaños de ayer. El día empezó con Laia, Gerry y Mario haciéndome pasar un corte en el comedor, al cantarme el cumpleaños feliz. Y la jornada terminó, con la sorpresa de TODOS los del equipo esperándome al entrar en la carpa de Laura la fisio, para el masaje. Cabrones!!!

La etapa estuvo bastante bien. El coche iba perfecto, salvo el autohinchado, que hoy repararán en la jornada de descanso David y Sergio; ellos están cuidando del coche cada noche, y hacen casi milagros para recomponer todo, pero no hay horas suficientes. Por eso decidimos priorizar y dejar ese sistema sin reparar hasta hoy.

Así que ayer, con la alternancia de dunas y pistas de piedras, tocó atascarse en las primeras dunas, poner planchas, palear arena, bajar presiones, seguir, hinchar para las zonas de piedras, y así repetir hasta cuatro veces. Pero no pasa nada, al menos mientras no nos pille la noche.

Por cierto, la foto esta, la hice en plena especial mientras Mario bajaba presiones. Nunca pensé que sería capaz de hacer tal cosa en un tramo cronometrado. Je, je.

Hoy toca descanso, y lo cierto es que en las caras de casi toda la gente se nota el cansancio. Ayer antes de salir a la etapa, se palpaba en el ambiente, y me quedé pensando que física y mentalmente me encuentro muy bien. Pero no voy a lanzar las campanas al vuelo, no vaya a ser que cualquier día me entre una pájara.

Vuestro apoyo, el de Elena mi chica, mi hijo, toda la familia, amigos, el equipo…me recarga las pilas mejor que las de los Audi del Dakar en la salida.

GRACIAS A TODOS

¡Vamos!