El Q5 Sportback propone una imagen más atractiva y cualidades dinámicas superiores sin perder la practicidad del modelo del que deriva, el Q5. La novedad más evidente se aprecia a partir de la tercera ventanilla lateral, con una suave caída del techo que remata con una luneta trasera de notable inclinación, aunque también encontramos sutiles variaciones en la parrilla, el difusor trasero y el alerón. A pesar de tratarse del rediseño de carrocería en la zaga, la versión Sportback del Q5 mantiene prácticamente invariables las cotas del Q5, exactamente con la misma anchura, sólo 2 mm menos de altura y apenas 7 mm más de longitud total que es de 4,69 m.

La verdad es que Audi no ha sido la primera marca en llegar al segmento de los SUV estilo cupé, (CUV, como se ha dado en denominarles), pero lo ha hecho con mucho tino y acierto, como lo demuestran las ventas del Q3 Sportback o del Q8, entre otros.

Está claro que la silueta manda, gusta y atrae, pero el Audi Q5 Sportback es más que una inclinación severa de su pilar C y su luneta trasera. El Audi Q5 Sportback es toda una declaración de intenciones ya que el conjunto final muestra un diseño cautivador y dinámicamente su comportamiento es realmente notable.

Respecto a la carrocería del Q5 SUV, el Sportback  muestra paragolpes diferentes, delante y detrás, un listón en el faldón lateral a modo decorativo, parrilla específica, entradas de aire nuevas,  difusor trasero nuevo, luces OLED traseras en opción y un alerón más grande.
Y aunque parezca que el estilizado diseño cupé y la habitabilidad  podrían no ir de la mano, Audi  se las ha ingeniado bastante bien para que sus modelos CUV no pierdan apenas espacio. En el caso de este Q5 Sportback, las plazas traseras, como es lógico, pierden un poco de altura, circunstancia que no es molesta para aquellas personas que no superen 1,90 metros de estatura. 

El interior rezuma mucha calidad y en él destaca la pantalla digital central que queda algo alejada del conductor. La habitabilidad es uno de los puntos fuertes del Q5 Sportback aunque la capacidad del maletero se ve un poco mermada, 510 litros, en comparación con el Q5 SUV, que es de 550 litros.

Motorización equilibrada y poco glotona

La unidad probada montaba el motor 2.0 TDI, un cuatro cilindros diésel de dos litros y 163 CV de potencia, acoplado a una caja de cambios automática de doble embrague y siete velocidades. Y aunque puedan parecer escasos, esos 163 CV resultan más que suficientes para mover con soltura sus 1.830 kilos de peso. Claro que, para optimizar su labor, contamos con varios modos de conducción, en concreto cinco: Efficiency, Comfort, Auto, Dynamic e Individual, con lo que podemos elegir la reactividad a las exigencias del acelerador; concretamente en la posición Dynamic, este Audi parece ganar unas vitaminas extra.

En marcha, este eficiente motor funciona con un silencio, suavidad y refinamiento que se acerca mucho a las versiones de gasolina. Por supuesto, lo hace con un ajustado consumo que en nuestra prueba, con todo tipo de conducción, lo hemos dejado en 6,8 litros, ligeramente por encima del dato oficial de 5,7 l/100 km, lo cual no es de extrañar si exprimimos las prestaciones del propulsor. Eso sí, en viajes por autovía o incluso en tramos urbanos, utilizando el modo Efficiency podemos acercarnos sin dificultad al consumo homologado.

En este menester colabora la caja de cambios automática de doble embrague y siete velocidades, tan rápida como siempre y tan eficaz en sus cambios que prácticamente pasa desapercibida. Puede que en zonas de montaña o en un  repecho pronunciado y con el coche cargado prefiramos jugar manualmente con el cambio y a través de la palanca o de las levas situadas tras el volante, reducir una marcha para que esos 163 CV y su par motor de 370 Nm nos hagan rodar más airosos.

Confort y seguridad
A pesar de esta carrocería más dinámica, la suspensión da prioridad al confort de los pasajeros pasaje, sin renunciar al sujetar con firmeza al coche en virajes rápidos. No permite demasiados bamboleos y transmite al conductor mucha seguridad, además de buenas sensaciones, sobre lo que pasa bajo el eje delantero.

En cuanto a la  dirección, he de decir que no es demasiado directa, pero sí es muy precisa y no hay que hacer prácticamente correcciones una vez que se inscribe el coche en la trazada.

Por cierto, en nuestro Q5 Sportback,  no contábamos con el eficaz sistema de tracción total quattro y a pesar de ello el comportamiento dinámico es intachable. Para disponer de  la tracción quattro tendríamos que subir un peldaño, hasta la versión 40 TDI de 204 CV.

El Audi Q5 Sportback 35 TDI se posiciona como un CUV del segmento de lujo con una mecánica sencilla, pero resolutiva, eficiente y muy agradable de conducir.

PRECIO

Audi Q5 Sportback Advance 35 TDI

S-Tronic 7 vel. 163 CV

57.260 EUROS