Tras el paréntesis del GP de Australia, donde venció Carlos Sainz, el Mundial de F1 recuperó su rutina de los últimos tiempos y Max Verstappen (Red Bull) volvió a su posición natural en Suzuka, subiéndose a lo más alto del podio escoltado por su compañero de escudería Checo Pérez.

Con la pareja de pilotos de la escudería de la bebida energética mostrando su superioridad, dominando la carrera de cabo a rabo, solo nos quedaba ver quien era el mejor del resto. Y ese fue Carlos Sainz. El español de Ferrari firmó su tercer podio en tres carreras, en un brillante inicio de temporada que nos lleva a pensar si “Smooth Operator” tendrá razón al decir que todos los pilotos deberían someterse a la operación de apéndice de hace unas semanas en Arabia. La estrategia de neumáticos elegida hizo que Sainz, tras la última de sus paradas, tuviese que superar en carrera hasta tres rivales para volver a situarse en esa posición final de podio, incluido su compañero Charles Leclerc, que acabó cuarto.

Estrategia diferente de Alonso

Por su parte, Fernando Alonso sorprendió al salir desde parrilla con neumáticos blandos, lo que le permitió mantener su privilegiada posición. Tras el cambio de gomas los McLaren y Mercedes le achucharon en las últimas vueltas, pero una vez más el asturiano dio un recital de estrategia y conducción, logrando mantener a raya a Oscar Piastri (McLaren) y también a George Russell (Mercedes) para pasar bajo la bandera de cuadros tras Lando Norris (McLaren) en un sexta posición que le supo a gloria al asturiano. Tras pasar bajo la bandera a cuadros, Fernando aseguró que esta había sido “una de sus cinco mejores carreras en la F1”.

Bandera roja inicial

El GP de Japón estuvo marcado por el accidente de Daniel Ricciardo (Alpha Tauri) y Alexander Albon (Williams), que se tocaron en la primera vuelta provocando una bandera roja.

En la resalida no hubo cambios de posición y Verstappen, seguido de Checo, se fue distanciando sin dificultad. La temperatura de la pista y la degradación fueron más elevadas de lo previsto lo que obligó a que todos los pilotos pasaran dos veces por boxes, excepto Leclrec que solo hizo una parada, demostrando la baja degradación de los Ferrari al estirar sus primeros neumáticos (medios) ¡hasta la vuelta 27!, a falta de 30 giros.

Sainz efectuó su segunda parada a falta de 21 vueltas, por lo que tuvo que adelantar en pista a Hamilton, Leclerc y Norris para volver a subir al podio. El madrileño, con mejor ritmo, fue dando buena cuenta de ellos y se aupó a la tercera posición que le daba derecho a su tercer podio de la temporada.

Fernando Alonso se vio obligado a su segunda parada a falta de 24 vueltas, para mantener a Oscar Piastri a raya. Alonso eligió duros con una conducción defensiva, logró controlar los embates de Piastri a quien incluso llegó a dar DRS para este pudiese defenderse de los intentos de adelantamiento de George Russell, que a falta de tres vueltas se había incorporado a la batalla por el sexto puesto. Finalmente, el asturiano con inteligencia y maestría logró mantener su Aston Martin en la sexta posición, por delante de los dos Mercedes y uno de los McLaren.

Así va el Mundial