Tras una salida sin incidentes, cosa poco común en el trazado de Melbourne, no hubo que esperar mucho para que los espectadores españoles dieran por bueno el madrugón del domingo para seguir el GP de Australia. Fue en la vuelta 4 cuando Carlos Sainz sorprendió a Verstappen adelantándole por fuera en una curva rápida. De la sorpesa por el adelantamiento, a la sorpresa por los problemas que comenzaba a reportar el piloto neerlandés. Efectivamente, una vuelta después, la rueda posterior derecha del Red Bull de Mad Max empezó a desprender un humo que advertía que algo no iba bien, obligándole a entrar en boxes donde el humo se acabó convirtiendo en llamas y obligándole al abandono. Un adiós prematuro que por un lado parecía dejar a Sainz el camino expedito hacia la victoria, pero, por otro, nos privaba de un duelo por la cabeza que prometía ser interesante.

De ahí hasta el final, el piloto español de 29 años, que tuvo que ser intervenido de urgencia hace un  par de semanas de una apendicitis, mantuvo un ritmo inalcanzable para el resto de la parrilla lo que llevó a ganar de forma brillante, por delante de su compañero de equipo Charles Leclerc y de Lando Norris (McLaren). 

Por soñar que no sea

Sainz anotó así  el primer GP de la temporada en el casillero de Ferrari, poco tiempo después que la escudería italiana le mostrase el camino de salida del equipo al confirmar el fichaje del británico Lewis Hamilton a partir de 2025. Ahora, el madrileño tiene la oportunidad de dejar en evidencia la precipitación con que actuaron desde Maranello al tomar esa decisión. No dejaría de ser curioso, al final de la temporada, ver como abandona la Scudería el subcampeón del mundo... o el campeón. 

Alonso, sublime, otra vez

El otro español, Fernando Alonso (Aston Martin), que salía retrasado desde la 10ª posición de parrilla volvió a sorprender con un coche claramente inferior a los Red Bull, Ferrari, McLaren y Mercedes y se alzó con la sexta posición. La estrategia diferente del asturiano, que calzó de inicio neumáticos duros en lugar de los medios que utilizaban los que le precedían en parrilla, dio sus frutos al ser el único de los de delante que pudo estirar su parada hasta la vuelta 17, aprovechando la bandera de un "Virtual Safety Car" provocado por el abandono de Lewis Hamilton (Mercedes), y ahorrando así unos valiosos segundos.Este año parece que Aston Martin no ha hecho los deberes en invierno y la visible carencia de prestaciones del AMR24 la suple Fernando a base de calculadora mental, de estrategias inverosímiles y de una conducción de "perro viejo" que acaba desquiciando a sus rivales. En Australia, Alonso supo, primero, aprovechar el DRS y para mantenerse a rebujo de Pérez durante un buen puñado de vueltas y, finalmente, mantener a raya a George Russell que no pudo aprovechar la superioridad de su Mercedes para arrebatarle el sexto puesto y acabó estrellándose en la última vuelta. Por cierto, Mercedes anunció su intención de reclamar ante la FIA que el frenado irregular de Alonso en una curva originó la pérdida de control del coche a Russell.

Así va el Mundial

Tras el GP de Australia, y a pesar de hacer un cero en esta tercera cita, Max Verstappen sigue encabezando la clasificación provisional del Mundial, con 51 puntos, 4 de ventaja sobre el monegasco Leclerc; 5 sobre Checo; y 9 sobre Sainz, que no pudo participar en Arabia.

Próxima parada: Japón